Caminando cual marinero entre olas iba yo esquivando las gotas de lluvia que caían sobre mí como caen tus recuerdos cuando escucho a Sabina. El sonido tenue del asfalto al tocar el agua me susurraba lentamente tus palabras: "quiero ser libre". Siempre quise saber qué significaban en realidad aquellas letras juntas. Las tengo en la cabeza retumbando con fuerza desde que comencé a ver el mundo con ojos de verdad.
Libertad, sueño dorado que queremos alcanzar casi con tanto fervor como Cortés quiso encontrar aquél Dorado edén. ¿Cómo defines la libertad? ¿Somos libres de verdad? Yo me jactaba con hidalguía que había alcanzado la libertad en muchos aspectos. Sin embargo, pese a cada logro, el vacío del barco en el que viajaba me tenía sin palabras. Había viajado mucho, conquistando hermosos mundos que enseñaron tanto. Había incluso decidido sacar el ancla y clavarla al fondo de playas que ahora yacen lejanas. ¿Era de verdad libre? No. Si recuerdas bien, cuando cruzamos palabras y algunos versos por última vez, te expresé sin temor que había sido preso de mi soledad. No podía contener la verdad sólo por aparentar.
Y es que uno se cansa de viajar tanto. Me asusta el hecho de, a estas alturas de mi vida, haber logrado tantas cosas, pero no lo más importante: fundar los cimientos del imperio que siempre soñé. ¿Acaso el hecho de ser hombre me impide demostrar lo que siento? A veces suspiro tan hondo que siento que hasta mis fantasmas sienten mi dolor. ¿Cómo pertenecer a un mundo que dibuja rasgos predeterminados en agresividad y "rudeza" para los hombres?
Me han dicho mil veces que el escribir este tipo de líneas me hace vulnerable, me hace ver como un mendigo que pide pizcas de amor por las calles. ¿Acaso no puedo demostrar un lado más humano, más equitativo, menos agresivo? Me cansé de pretender ser el macho de pelo en pecho (y eso que mi piel no pinta ni uno).
Tal vez me desnudé antes de tiempo. Tal vez me mostré vulnerable y descubrí mis puntos débiles. Sea como sea, tus palabras me hicieron entender que la libertad es mucho más que sentirse en la cima del mundo, mucho más que este espejismo dibujado en mi mente. Las olas volvieron a despertar, el sol imponente pelea feroz con los vientos que me alejan de ti. Continúo mi camino, preso de mi libertad.
ENTRE VINOS Y SUSPIROS
Porque cada experiencia enriquece nuestro conocimiento;
y cada letra encierra una gota distinta del caudal de sentimientos que tiene un escritor.
y cada letra encierra una gota distinta del caudal de sentimientos que tiene un escritor.
jueves, 31 de enero de 2019
viernes, 7 de diciembre de 2018
CONFESIONES
Entre susurros, en medio de la noche, entre tanta oscuridad no podía distinguir entre la realidad y la fantasía. El viento no dejaba de soplar que hasta creí estar en alta mar, entre monstruos, piratas, sueños y esperanzas rotas. Mi mirada cansada no pasaba desapercibida, al igual que las gotas de lluvia que yacían en mis cortinas.
De entre tantas calamidades, te vi. Brillabas más que el sol a medio día, más que cualquier estrella que adorna el eterno infinito. Tu voz tenue me recordaba al sonido de la brisa que me arrullaba cuando me veía perdido entre mi soledad. Debo reconocer que no fue fácil darme cuenta que el fortín que había construido a mi alrededor se estaba quebrando lentamente y sin temor. Esta es la primera vez que entre estas líneas mi musa cobró vida. Después de millones de pasos olvidados, después de la batalla más letal que enfrenté, después de tanto, al fin aquél rostro que inspiraba miles de poemas y escritos sin sentido, tenía forma, color y aliento.
Y es que las mejores experiencias de la vida son fugaces. Los mejores sabores, indescriptibles. No podemos alterar el tiempo ni lo que otros sienten por nosotros. Sin embargo, me niego rotundamente a verte una vez cada mil años. Me niego a sentir que te desvaneces como arena al viento. Tú me dijiste que no era necesario conocer a alguien mucho tiempo para darte cuenta que pueden ser importantes en tu vida. Y como en todo lo que dijiste, en eso también tienes razón. El tiempo es irrelevante cuando se trata de sentir.
De ti aprendí a tomar valor para romper las cadenas que me ataban. Fuiste quien rompió el candado oxidado y viejo que sellaba mis esperanzas. Quiero ser yo, por primera vez en la vida. Quiero sentir y vivir lo que me prohibí por tonterías. Quiero ser en ti el calor que te proteja del invierno, el guardián de tus sueños, el sabor perfecto de tus sinsabores. Quiero despertar y saber que tus ojos, ahí donde están, también brillan por mí.
sábado, 24 de noviembre de 2018
SOLEDAD
Cuando el silencio habla más que todas las palabras que hay en tu cabeza, es entonces cuando te das cuenta que la soledad puede ser abrumadora. El reloj de pared antiguo no deja de sonar y cada tic-toc llega como un letal martillazo directo en la sien. Aunque hay luz, la oscuridad te abraza. Aunque en la calle parezca haber vida, tu mundo yace inerte dentro de ti, ¿De qué te sirve tener todo si se siente como nada? Bocanadas agrias de nada, saladas por las lágrimas que ya no puedes llorar.
Si te pidiera que despiertes, sé que no lo harías. Tu orgullo es tan grande que piensas que es sólo una etapa más, que hay días así. A veces, nuestra ceguera es grande, profunda, agobiante; pero pese a todo eso nos negamos a ver que hay muchas más cosas que nos pueden hacer felices de verdad. A veces, nos sentimos más dichosos cuando no tenemos mucho. ¡Claro! Parece que así el mundo nos quiere más.
Cuando escuché a Gary Vaynerchuk decir que el éxito trae soledad, no le creí. Que emprender es más difícil que ser empleado, tampoco le creí. Sin embargo, hoy que comienzo a ver el camino diferente me doy cuenta que necesito que lo que dijo no sea verdad. ¿Crees que estoy exagerando? Tal vez sí. Tal vez no. Tal vez tu situación sea mejor que la mía, tal vez peor. Pero sea cual sea la realidad, hay algo que nunca dejará de ser cierto: el éxito y la soledad bailan al compás cual vals de bodas, mirándose a los ojos, enamorándose cada vez más, hasta que la muerte los separe o los una por la eternidad.
viernes, 9 de noviembre de 2018
MELANCOLÍA
Aquella mañana en la ciudad fue distinta. Desde que abrí mis ojos, desde que mi mano se extendió para silenciar el ruido que emanaba del celular. Muy dentro sabía que el día no iba a ser tan bueno, muy dentro sabía que algo faltaría. Y es que es inevitable no sentir melancolía al ver mi cama vacía, ausente. A veces siento que nada de lo que hice fue suficiente, por lo menos para quienes juraban amarme, comprenderme, quererme.
Hice lo que tenía que hacer. Levanté mi adolorido torso como si me estuviera recuperando de una de las más grandes batallas de mi vida. Caminé un poco, viendo sin ver. Todo era borroso y sentí que así se debe ver la soledad. Sólo siluetas sin forma, vacíos inmensos, peligrosos. Lógico, necesitaba ponerme los ojos de vuelta, así que moví mis piernas a paso lento hacía ellos. ¿Cómo le haces para no ver? Cada vez que veo el espejo es una tortura. Mis ojos gritan demasiado, es imposible esconderme de ellos. Hay días en los que esta tortura no es notoria, nadie se da cuenta.
Tenía los brazos firmes sobre el lavamanos, mi cuello se hundía entre mis hombros mientras pensaba en todo lo que necesitaba cambiar. Es como querer redecorar toda tu casa. Aunque eso, lo confieso, es muchísimo más fácil. Cuando no te gusta el diseño del dormitorio, o algunos muebles, los cambias y ya. Pero ¿cómo cambiarle los muebles al alma? ¿Cómo redecorar mi interior sin que eso me cueste la vida? Esas preguntas tienen respuestas que tal vez nunca escucharé.
viernes, 18 de mayo de 2018
VEN CONMIGO
Soñamos tanto con encontrarnos que parece la historia de mi abuela, esa en la que el amor y la lealtad sí existen. Las puertas del tiempo, en oscuridad total, alumbraron un camino de libertad. Libertad de amar y de escoger con quien compartir aquel colchón viejo que dejó de estar soltero cuando te encontré.
Conocerte fue como encontrar un oasis en medio del desierto, como beber del mejor vino del mundo. Te vi caminar y supe que quería dar los siguientes pasos a tu lado, de tu mano. No creo que la vida me rechace tal petición después de tanto. Pero si la vida se pasa de perra conmigo y te aleja de mi vida, la perdonaré. Aceptaré y firmaré conforme en pie de página.
Mientras tanto, ven conmigo. Descubramos el mundo juntos, sin miedo, sin vergüenza. Andemos desnudos por los jardines de la vida que así viviremos mejor. Ven conmigo, no te arrepentirás porque cada día será una aventura, un salto bungee, una travesía.
sábado, 21 de abril de 2018
AÑORANZAS
Mentiría si te dijera que no te extraño, también mentiría mucho más si negara que te quiero. La vida es tan compleja que los sabores más exquisitos no vienen todos los días. Y es así que tuve que esperar varios años para encontrarte. Tal vez mis líneas te tomen por sorpresa, que mis palabras no logren penetrar tu piel. Sin embargo, quiero hacerlo, quiero morir en el intento.
Gracias por haberme hecho sentir vivo de nuevo. Gracias por darme la esperanza de seguir ganando en la vida y saber cómo exactamente debería ser la mujer de mi vida.
Tus ojos y su brillo natural iluminaron varios de mis días. El sólo imaginarte a mi lado me dibujaba una sonrisa enorme en el rostro. Y créeme si te digo que he vivido mucho para darme cuenta que necesito en mi vida a una mujer como tú. Pero tranquila, no te incomodes. No deseo que estas letras sean mensajeras de una declaración. Sólo quiero que sepas que conocerte desestabilizó el balance de mis días, me dio un golpe certero que despertó mis ganas de volver a enamorarme.
Eres una mujer extraordinaria y a la vista se nota que también, así como yo, sueñas mucho y muy alto. La ambición es algo que valoro mucho y en tantos caminos que recorrí, no conocí a alguien así. Me deslumbraste, me cambiaste el panorama. Aún recuerdo cuando te conté que mi pareja debería ser la copiloto de mi vida, una persona que pueda asociarse conmigo para alcanzar objetivos juntos. Y es que es eso, darte cuenta que vas a darle valor a tu tiempo con alguien que te ayude a crecer y ser mejor día a día.
Gracias por haberme hecho sentir vivo de nuevo. Gracias por darme la esperanza de seguir ganando en la vida y saber cómo exactamente debería ser la mujer de mi vida.
Gracias por ser, antes que nada, mi amiga. Yo te quiero y así siempre será. Yo te quiero y por eso no deseo alejarme de ti. Gracias por ser en mí lo que yo quiero ser en tu vida.
Recibe un fuerte abrazo, un beso y mis más sinceros deseos de éxito y prosperidad.
Abrazo
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