Tus ojos y su brillo natural iluminaron varios de mis días. El sólo imaginarte a mi lado me dibujaba una sonrisa enorme en el rostro. Y créeme si te digo que he vivido mucho para darme cuenta que necesito en mi vida a una mujer como tú. Pero tranquila, no te incomodes. No deseo que estas letras sean mensajeras de una declaración. Sólo quiero que sepas que conocerte desestabilizó el balance de mis días, me dio un golpe certero que despertó mis ganas de volver a enamorarme.
Eres una mujer extraordinaria y a la vista se nota que también, así como yo, sueñas mucho y muy alto. La ambición es algo que valoro mucho y en tantos caminos que recorrí, no conocí a alguien así. Me deslumbraste, me cambiaste el panorama. Aún recuerdo cuando te conté que mi pareja debería ser la copiloto de mi vida, una persona que pueda asociarse conmigo para alcanzar objetivos juntos. Y es que es eso, darte cuenta que vas a darle valor a tu tiempo con alguien que te ayude a crecer y ser mejor día a día.
Gracias por haberme hecho sentir vivo de nuevo. Gracias por darme la esperanza de seguir ganando en la vida y saber cómo exactamente debería ser la mujer de mi vida.
Gracias por ser, antes que nada, mi amiga. Yo te quiero y así siempre será. Yo te quiero y por eso no deseo alejarme de ti. Gracias por ser en mí lo que yo quiero ser en tu vida.
Recibe un fuerte abrazo, un beso y mis más sinceros deseos de éxito y prosperidad.
Abrazo