Porque cada experiencia enriquece nuestro conocimiento;
y cada letra encierra una gota distinta del caudal de sentimientos que tiene un escritor.

lunes, 25 de diciembre de 2017

AUSENCIAS

"Te voy a palpar aún en la más profunda oscuridad"
No sabía qué creer. La incertidumbre me devoraba por dentro y aquella desesperación de saberte lejos no me dejaba dormir. ¿Dónde te habías metido esta vez? ¿Acaso no pudiste entender que era necesario tenerte cerca para sentirme vivo, aunque sea por unos segundos? Sé que no debo insistir, sé que no estás a mi entera disposición. Es inevitable no dejar de imaginarte con otras personas, de verte en mi mente bailando y seduciendo a otros mortales sin fortuna como yo. 

Volviste hace un par de días, tan radiante, pero asesina. ¿Te extrañé? Mucho, tal vez inconscientemente al no aparentar tu ausencia. No sabes qué difícil es mostrarle una sonrisa al mundo cuando por dentro me muero en tristeza por no tenerte cerca. En fin, volviste. ¿Te gustó estar con otros? ¿Se siente igual? Lo dudo. Cada ser representa un mundo y un diferente tipo de locura. ¡Ay, cuánto te echaba de menos! Tus caricias mientras dormía y tus ojos llorosos al despertar.

Ahora que regresaste, deseo saber cuánto tiempo te quedarás antes de abandonarme de nuevo. Eres muy importante, ¿sabes? Eres vital para ver el otro lado de la moneda y valorar la compañía de quienes sí me quieren. No me dejes tanto tiempo esta vez. Te voy a sentir, te voy a palpar aún en la más profunda oscuridad. Te voy a tener de la mano al llegar a casa, al dormir, al llorar. ¡Gracias! Aunque dueles, enseñas. Soledad mía, soledad de otros. Soledad constante que te reflejas en lo gris de mis días. 

Esta carta te la escribo a ti, soledad de mi vida.

Con cariño y vehemencia, tu más fiel servidor.